¡BIENVENIDOS!

He creado este blog porque a menudo he pensado que era un bicho raro y que nadie me entendía. Seguro que hay más gente que padece obesidad y que tiene ganas de cuidarse y de cuidar su aspecto pese a sus quilos de más, de ser feliz y vital digan lo que digan. Si ese es vuestro caso, o simplemente os pica la curiosidad, ¡bienvenidos!

domingo, 19 de octubre de 2014

Campanas de Boda

¿Cuántas veces no habremos oído de novias que hacen dietas milagro los meses antes de la boda? Os voy a explicar mi experiencia. Resulta que me casé hace unos meses y hubo gente que con la mejor de las intenciones y muy sutilmente me preguntaba si estaba consiguiendo adelgazarme antes de la fecha señalada.

¡Pues no! ¡Y adrede! Precisamente porque se supone que es un día especial, porque se supone que celebráis lo mucho que os queréis, porque se supone que vienen los que más te quieren, tuve clarísimo que quería casarme tal y como era, ni un quilo más ni un quilo menos. Además, ¡a ver quién es el guapo que contiene las ansias de comer con tantos nervios!

Otra cosa que me preocupaba mucho era el vestido, ya que no me iba a sentir cómoda de blanco y en plan princesa y quería algo poco tradicional, con una caída muy concreta que era una apuesta segura ya que sabía que normalmente me siento cómoda en ese tipo de vestidos, así que me lo hice yo misma a mi gusto y tengo que decir que fue la mejor decisión de todas, no solo por la ilusión de haberlo hecho con mis manos (más personal imposible), sino porque me sentí cómoda en todo momento, sin pensar en complejos ni prejuicios. Tanto mi vestido como el de mi pareja eran fuera de lo común, pero 100% nosotros, que de eso se trataba, ¿no?


Es muy fácil decirlo mientras lo planeas, pero llega el día y te asaltan mil inseguridades. Primero pensé que tendría que dar muchas explicaciones, pero la verdad es que estaba tan feliz y la gente venía tan predispuesta a mostrarnos su cariño y aceptación, que realmente puedo utilizar, gastar y agotar el tópico de que fue uno de los días más felices de mi vida. ¿Y sabéis qué más? Que solamente por esa euforia y emotividad cualquier novia está preciosa en su día, ya va siendo hora que quitemos mérito al vestido, maquillaje y peinados varios, por mucho que me encanten. Donde esté una sonrisa pletórica, ¡que se quite todo lo demás!




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